Se extiende desde el tórax hasta el borde del maxilar inferior, y su acción principal es levantar y bajar la cabeza. La piel de este músculo es muy fina, por lo que es más propensa a la pérdida de tono y elasticidad, lo que contribuye a la formación de arrugas. La contracción de este músculo no solo nos proporciona mayor firmeza en la piel, y eliminación de la papada y las arrugas, sino que, al estar unido al tórax, también interviene en el estado de los senos, ayudando a elevarlos un poco. Dicha contracción ha de realizarse simultáneamente y para ello procuraremos tensarlo al máximo, podemos entreabrir la boca y notar el estiramiento del músculo apoyando nuestros dedos índices a ambos lados del cuello.
