Músculo elevador propio del labio superior y del ala de la nariz

Tal como indican sus propios nombres, la función principal de esos músculos es producir el acto de elevación. Si los contraemos, veremos cómo enseñamos los dientes incisivos, aunque en la imagen no lo podáis apreciar porque he querido mostraros también que podéis, si no estáis en total intimidad, mantener la compostura. No son músculos que se contraigan con frecuencia, ya que el gesto que producen es de asco y no favorecen nada a la expresión del rostro, pero sí es importante ejercitarlos, ya que conseguiremos atenuar las arrugas que aparecen en el labio superior y atenuar el surco nasogeniano por debajo del pómulo inferior.


Para realizar la contracción de estos músculos, arrugaremos la nariz y el labio superior, enseñando los dientes incisivos superiores, o no, y apreciando también cómo se entrecierran los ojos.